martes, 26 de abril de 2011

primer amor



¡Llamaste tan temprano!

Aún caminaba descalza deshojando pétalos,
inflorescencia amarilla que decía sí,
siempre que sí cuando pasabas.

Ella tenía un aire de melancolía,
un azul bajo su piel
                                pienso que la ojera se sucede
                               de los ojos que más quieres

y un deseo de velas desplegadas.

Llegaste de repente,
no sabía de ti y de si… apenas nada,
pero aprendíó a interpretar
las miradas que huyen de ser miradas
y el rubor cereza, semáforo del amor
que te nombraba.

Ella tenía una cascada de agua limpia,
un mar por estrenar
y una antigua canción por marejada.

Temprano la llamaste,
la tarde de repente...
y la noche, en su casa, la esperaba.

jueves, 21 de abril de 2011

viajero... de la vida



Siempre el viaje.
No reposan tus alas
perpetuamente abiertas.
A pesar de las nubes, en la niebla,
más allá de su gris
un rayo de luz te nombra.
No hay quejas ni lamentos,
viajero de la vida,
ni estación que distraiga tu horizonte.
Del andén han partido
trenes de esperanza
en las noches de plomo
como lluvia.

Y todo se sorprende cuando pasan
y todos se preguntan
¿de dónde tu coraje?
¿hacia dónde la lucha...?

También mis ojos, ahora secos.

domingo, 17 de abril de 2011

tras tu estela



Navegas caminos entre nubes
yo lamento senderos de la tierra,
tal vez tu voz en el exilio
despierte mi alma bucanera.

Tras tu estela, palideceré el puerto
testigo de mareas y tormentas,
surcaré tu luz en primavera.

Cuando hayamos, borrachos de quimeras,
despertado la verdad de cada arena,
sentiremos el temblor de las razones
sustento de los pies entre las piedras.

En silencio plegaremos cada vela,
tu mirada girará una luna nueva
y tú lejos, muy lejos de sus huellas,
y yo cerca, muy cerca de tu pena,
sembraré de nubes los senderos
que mitiguen los abismos en la espera.

"Tránsito de ausencias".

jueves, 7 de abril de 2011

(des)consuelo


a Antoni

Me escribes del agua manantial de vida
mas no desdeñes
de abril
su exceso de lluvia
que doblega el tallo
que empapa la vista
que anega en la tierra
la frágil semilla

Me adviertes del sol la espiga madura
mas no ignores
de agosto
su aviesa perfidia
que marchita el tallo
que hiende la vista
que abrasa en la tierra
esta voz … la mía

lunes, 4 de abril de 2011

aquellas cumbres



Desde allí, el paisaje, como un océano,
con la amplitud que regala el mirar desde lo alto.
Madrugaba, nunca he madrugado tanto
porque nunca, como entonces, he sentido
del rocío su leve roce en mis brazos.

Las piernas en suspenso, en un silencio sacro
y un abismo verde y una bruma abajo.

No sé cómo decirlo, cómo recordar sin saltos
que también anochecía pero era la noche un ramo
de estrellas que recorrían el universo en un palmo,
cómo explicar esos años…
las dormidas bajo el cielo,
el ascenso y su costado,
el descanso,
el abrazo del muchacho,
el frío bajo la manta y luego el calor,
sus manos.

El deseo de la noche… un estallido, un milagro.

Cómo escribir,
cómo afino
sin extraviar el canto,
aquellos días de vuelos,
de escapadas en verano,
cuando abandoné la jaula
para abrir mi santuario.

sábado, 2 de abril de 2011

ese horror a perderte


"Quiero matar el tiempo que me mata..."
Jesús Arroyo


¿Sabes…?
en el lugar que imagino
no anida el tiempo
no sucede la suma
del día y la noche
guarismo de muerte

en el lugar que escribo
es el verso
siempre
y en el adverbio
oculto
bajo su capa inerte
ese miedo a la nada
ese horror a perderte