sábado, 25 de abril de 2009

Soy caminante


Autor de la fotografía: Gonzales


Vivo en el tiempo, atravieso el tiempo
(No puedo quedarme)
Soy una suma de instantes
Una mirada al ayer
Un paso adelante
Soy caminante.



jueves, 23 de abril de 2009

Si la lluvia

Autor fotografía: Point of View



Si la lluvia diluyera los errores,
si ella ahogara los rencores,
si calmara las hogueras que hoy abrasan
el desierto,
si ella fuera el mar abierto
donde poder derramar gritos
y secretos,
si pintara de colores los lamentos …
En esta tarde cerrada de nubes grises,
de cuentos,
adoraría su dios
y rendida atendería su aguacero.

miércoles, 22 de abril de 2009

Gaia



Autor de la fotografía: Le Passant qui passe.


Era un día....
Lo están borrando...

Pero aún sé que había un lado azul donde asomarnos
y el verde se tejía alrededor de nuestra casa
cada primavera.

Y había un otoño que nombraba el verano
y un invierno blanco coronando el norte
de mimos helados,
y un río donde mojar el cansancio
cuando el desierto, distante, marcaba el oráculo
de las lluvias de fuego.

Y el sol...
Ese sol que calentaba nuestra orilla
y amarilleaba la paja tras la estación del amor,
y bronceaba los cuerpos desnudos al alivio
de la brisa.

No erraba el tiempo.

¡Ah la brisa...! la de los mares y océanos,
el aliento del mar, ese mar que incitaba
a viajes desconocidos, infinitos,
a paraísos de corales,
a velas desplegadas a merced del viento,
a soledades buscadas en la arena,
huidas del cemento,
alejadas de los ruidos,
cercanas al cielo.

El cielo.... Aquel cielo, el que mostraba sin engaños
las estrellas y la luna, esa luna alejada,
faro del Universo,
repleta de versos donde soñar los poetas.

Hubo un día, Gaia.
Cuando el norte existía...
y el sur...
y no erraban los lugares
ni el tiempo
y el mar nos hablaba desde la esperanza.




lunes, 13 de abril de 2009

En ese momento


Fotografía: Den


Un instante mudo, ese instante eterno.

Mirabas la tarde, el ocaso, lejos.

Y te refugiabas solo,

a sólo unos metros,

la mirada huída en el mar del techo.

Tus ojos, inquietos, alzaban ciudades

donde ser eternos.

Eterna la risa,

eternos los cielos,

eternas las horas de luces y vuelos.

Y yo, sabedora del fugaz momento,

aunque fuera un sueño,

dejaba mi isla de papel impreso

para acurrucarme, celosa del vuelo,

entre los silencios que hablaban de ensueños.

Y tú, sonriendo, me abrazabas fuerte

fluyendo el deseo de rozar conmigo,

en ese momento,

los vuelos, la risa, las luces y cielos.

Un instante mudo.

Ese instante eterno.



miércoles, 8 de abril de 2009

Manifiesto



Aunque notes delgada mi presencia,
pálida,
aunque me percibas frágil,
soy fuerte.
“Un junco en la selva de la vida”
¿lo recuerdas....?

Casi rendida,
casi vencida,
a un soplo del suelo y de las piedras.

Pero soy fuerte,
más fuerte todavía.

Aunque afirmes de vidrio mi existencia.


jueves, 2 de abril de 2009

No te mires extraño


No hay ojos suficientes que lloren la belleza,
ni bocas que suspiren los amaneceres,
ni oídos que escuchen los compases
que nos conmueven.
Mas no te mires extraño; yo no te miro.
Ni te sientas tan lejos, yo no te siento.
Después de los cementos siempre regresaremos
a la esencia de donde nunca partimos,
a la ventana, a pesar del horizonte,
a la estancia que juntos construimos
cuando el mundo, de acero, se expande
en la muerte.
No te mires extraño, ni te sientas lejos.
Aún hay quienes miran - nos miramos- entre la multitud,
cercanos.