(No puedo quedarme)
Soy una suma de instantes
Una mirada al ayer
Un paso adelante
Soy caminante.
Un instante mudo, ese instante eterno.
Mirabas la tarde, el ocaso, lejos.
Y te refugiabas solo,
a sólo unos metros,
la mirada huída en el mar del techo.
Tus ojos, inquietos, alzaban ciudades
donde ser eternos.
Eterna la risa,
eternos los cielos,
eternas las horas de luces y vuelos.
Y yo, sabedora del fugaz momento,
aunque fuera un sueño,
dejaba mi isla de papel impreso
para acurrucarme, celosa del vuelo,
entre los silencios que hablaban de ensueños.
Y tú, sonriendo, me abrazabas fuerte
fluyendo el deseo de rozar conmigo,
en ese momento,
los vuelos, la risa, las luces y cielos.
Un instante mudo.
Ese instante eterno.
Aunque notes delgada mi presencia,
pálida,
aunque me percibas frágil,
soy fuerte.
“Un junco en la selva de la vida”
¿lo recuerdas....?
Casi rendida,
casi vencida,
a un soplo del suelo y de las piedras.
Pero soy fuerte,
más fuerte todavía.
Aunque afirmes de vidrio mi existencia.
Hay mujeres guapas en la calle,
le dices,
mientras madura el otoño
que ha ocupado su acera.
Hay mujeres guapas
y es primavera.
Ayer le dijiste que era hermosa
por dentro
desde el beso hasta el centro,
desde allí hasta tu boca.
Hay mujeres bellas
que aguardan un verano
cada primavera.