Para que -como hoy- me digas,
recostado en el recuerdo,
en la noche y el deseo:
recostado en el recuerdo,
en la noche y el deseo:
Te quiero...
te regalaré mi verso
despojado de los velos
que sinuosos confunden
la caricia de tus dedos.
Para que cuando despierte
de la placidez del sueño
y la luz,
que ingenua hiere
la intimidad de tus besos,
no separe ni mis labios
ni tu mirada
ni el cuerpo,
borracha de tus deseos,
entornaré la ventana
y trasnocharé la huida
alrededor
despojado de los velos
que sinuosos confunden
la caricia de tus dedos.
Para que cuando despierte
de la placidez del sueño
y la luz,
que ingenua hiere
la intimidad de tus besos,
no separe ni mis labios
ni tu mirada
ni el cuerpo,
borracha de tus deseos,
entornaré la ventana
y trasnocharé la huida
alrededor
de un
Te Quiero.
Nunca habrá un mejor regalo que ese verso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un brillante "te quiero". Un formidable poema. Abrazos.
ResponderEliminarPoema sublime en su contenido. Los amueblas tan bien...
ResponderEliminarBesazo.
Querida Elsa,
ResponderEliminarPor muy árido que sea el camino
y resecas las palabras
pensar tus poemas
es como un trago de agua clara
Qué mejor viaje para Elsa este mismo que comparte con nosotros, en el que el tiempo de la noche se desliza sobre un paisaje de conocidas geometrías que aguardan plácidamente enlazadas y se reconocen, mientras ven llegar la mañana...
ResponderEliminarNo sobra ningún te quiero. Y tanto menos los que se callan, por el pudor de no abrumar con palabras.
Un abrazo, Elsa.
Tarde, aunque tú sabes el por qué, aquí estoy no para dejar un comentario sino para saborear cada uno de tus versos, mi querida amiga. Esos versos que tú haces sencillos, aunque no lo son, (eso es arte) pero que llevan toda la belleza del mundo.
ResponderEliminarMiles de besos y miles de rosas para tí.
Leer tu poema es saborear sentimientos y belleza. Porque cada verso tuyo es una caricia. Una caricia bella e intima. Gracias
ResponderEliminarAlrededor de un te quiero se iluminan las noches y relucen los días.
ResponderEliminarBesos