Siempre el viaje.
No reposan tus alas
perpetuamente abiertas.
A pesar de las nubes, en la niebla,
más allá de su gris
un rayo de luz te nombra.
No hay quejas ni lamentos,
viajero de la vida,
ni estación que distraiga tu horizonte.
Del andén han partido
trenes de esperanza
en las noches de plomo
como lluvia.
Y todo se sorprende cuando pasan
y todos se preguntan
¿de dónde tu coraje?
¿hacia dónde la lucha...?
También mis ojos, ahora secos.
Ese mismo andén donde, alguna vez, todos, nos quedamos esperando la llegada o la partida del último tren,tienen en tu poema una muy bella interpretación. Abrazos y muy felices pascuas.
ResponderEliminar...De las ganas de vivir, de ahí el coraje, de ello la fuerza en la lucha. Caminar, no queda otra...
ResponderEliminarPrecioso
Besos
Leonard Cohen con su voz mayor, vivida, viajada, serena y sabia para acompañar un poema lleno de fuerza, escrito con el aplomo de quien sabe bien de qué habla y cómo lo transmite.
ResponderEliminarBesos, Elsa, que lleves buen viaje
Siempre en camino, en proceso... pero desde las raíces, para no perdernos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo