domingo, 17 de abril de 2011
tras tu estela
Navegas caminos entre nubes
yo lamento senderos de la tierra,
tal vez tu voz en el exilio
despierte mi alma bucanera.
Tras tu estela, palideceré el puerto
testigo de mareas y tormentas,
surcaré tu luz en primavera.
Cuando hayamos, borrachos de quimeras,
despertado la verdad de cada arena,
sentiremos el temblor de las razones
sustento de los pies entre las piedras.
En silencio plegaremos cada vela,
tu mirada girará una luna nueva
y tú lejos, muy lejos de sus huellas,
y yo cerca, muy cerca de tu pena,
sembraré de nubes los senderos
que mitiguen los abismos en la espera.
"Tránsito de ausencias".
jueves, 7 de abril de 2011
(des)consuelo
a Antoni
Me escribes del agua manantial de vida
mas no desdeñes
de abril
su exceso de lluvia
que doblega el tallo
que empapa la vista
que anega en la tierra
la frágil semilla
Me adviertes del sol la espiga madura
mas no ignores
de agosto
su aviesa perfidia
que marchita el tallo
que hiende la vista
que abrasa en la tierra
esta voz … la mía
lunes, 4 de abril de 2011
aquellas cumbres
Desde allí, el paisaje, como un océano,
con la amplitud que regala el mirar desde lo alto.
Madrugaba, nunca he madrugado tanto
porque nunca, como entonces, he sentido
del rocío su leve roce en mis brazos.
Las piernas en suspenso, en un silencio sacro
y un abismo verde y una bruma abajo.
No sé cómo decirlo, cómo recordar sin saltos
que también anochecía pero era la noche un ramo
de estrellas que recorrían el universo en un palmo,
cómo explicar esos años…
las dormidas bajo el cielo,
el ascenso y su costado,
el descanso,
el abrazo del muchacho,
el frío bajo la manta y luego el calor,
sus manos.
El deseo de la noche… un estallido, un milagro.
Cómo escribir,
cómo afino
sin extraviar el canto,
aquellos días de vuelos,
de escapadas en verano,
cuando abandoné la jaula
para abrir mi santuario.
sábado, 2 de abril de 2011
ese horror a perderte
"Quiero matar el tiempo que me mata..."
Jesús Arroyo
¿Sabes…?
en el lugar que imagino
no anida el tiempo
no sucede la suma
del día y la noche
guarismo de muerte
en el lugar que escribo
es el verso
siempre
y en el adverbio
oculto
bajo su capa inerte
ese miedo a la nada
ese horror a perderte
martes, 22 de marzo de 2011
y es el llanto el vals del árbol
a una hoja
Dijiste sí
y el viento
quedó petrificado
creyó que
tanto tiempo
cantando entre sus manos
desairarías el paso de ese aire enamorado
pero es el otoño un fado
y es el invierno un tango
volteaste la milonga de ese viento ya viajado
y es el llanto el vals del árbol
sábado, 19 de marzo de 2011
no sirve
No sirve
lamentar cada grito en tres dimensiones
al pie de la cama
los ojos se alivian con un parpadeo
de culpa salada
ni aclamar la sed si llueve en las bocas
pantanos sin alma
no sirven
minutos
que en segundos rayan
las horas que sangran
ni la eterna conciencia
que cierra la puerta
al hoy sin mañana
no sirve
nada nada
maquillaje de todo al ruido del alba
lunes, 14 de marzo de 2011
velo
En ciega simbiosis se fundió en tus ojos
mirando la suerte donde había llanto
izó cada vela
aun en el naufragio
sopló cuando el viento
se volvió callado
hizo en cada isla un rincón
y el canto
unas veces río y otras remanso
se mintió en el fondo del silencio
charco
de ese amor rendido
que hoy rueda el destino
negándose errado
miércoles, 9 de marzo de 2011
no me mires así
No me mires así:
prefiero el volcán
al océano
que amenaza con desbordarse
no me mires
como si fuera
el espejo
el eco
de tu tristeza
porque sí
yo también estoy triste
muy triste
muy triste
y anhelo el incendio
para no ahogarme en ti
cuando así me miras
miércoles, 2 de marzo de 2011
en azul cobalto
Son solo unos metros
fuera del refugio, la sierra perfila un azul intenso
un azul cobalto
está cerca y lejos
la mirada huye y alarga los brazos
sus dedos dibujan la cumbre y el llano
fuera del refugio me busco y me pienso
en azul cobalto
falsaria
fulera
la huida
la sierra
la paz que no hallo
viernes, 25 de febrero de 2011
cinco lunas
A mis hermanas
Tú no puedes dividir tanta ternura
los cinco corazones son un todo
el otoño primero fue en tu vida
la ansiada primavera y su tesoro
Hubo luego un verano, de una india,
de ojos negros y rostro de aceituna
y el brillo de aquel sol que recitabas
eclipsó entre la risa de la luna
Y en la cuna, de nuevo, sin saberlo,
nuevo otoño cubrió sus cuatro esquinas
y la luna sollozó la nueva luna
que en silencio requería tu sonrisa
Detrás, entre burbujas, un invierno
brindó y bailó su suerte, la alegría
de su sueño nevaron treinta versos
y en el aire su canción nombraba el día
Asomó la primavera... y otra niña
otra luna... y otro sol veló su espina
la última canción llamó a la vida
la primera estación se repetía
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