Noviembre, la medianoche,
la luna, mojadas brumas.
Una palmada en el aire,
unos pulmones que giran,
unos ojos aún velados
buscando la luz, el faro,
un silencio, cien caricias.
Un ángel vela y acuna
los compases de la vida.
Y entre voces,
y entre cantos,
y entre lluvias,
me dormía.
Un reloj inacabado trepida
la nueva vida.
Y entre las horas no escritas,
esbozadas, las heridas, el dolor,
la orilla triste, los silencios,
las espinas.
Un noviembre muy especial: casi una canciòn de cuna. Abrazos.
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