Aquí estoy,
muda de tanto hablar para adentro
aquí estoy,
sorda por bucear lo que siento,
ciega entre párpados, miedo.
Aquí estoy,
desierta de tanto colmar los espejos
así estoy,
llena de cantos y sueños,
aquí,
fría por la nieve en el sendero,
ardiendo en el fuego que no enciendo.
Aquí estoy,
cerca de mí y sin embargo lejos.
Bien, Elsa.
ResponderEliminarHasta le estás pillando ganas a la rima y todo.
Como ves, le da una entonación al poema mucho más rítmica.
Besos.
Mi querida Elsa: Hay silencios, oscuridades e incertidumbres algunas veces en nuestras vidas que parecen regirla, pero lo que existe de verdad está esperando el momento para ver la luz y como en un nuevo génesis, las ventanas se abrirán dejando paso a toda la claridad.
ResponderEliminarNo estás tan lejos de tí, abre las ventanas y abrázate.
Mil besos.
Yo también estoy aquí, querida y admirada Elsa, siguiendo tus poesías. ¿Dónde te me habías escondido? Ahora podré seguirte y deleitarme con poesías limpias, llenas de palabras claras y de alto atractivo. Un saludo muy afectuoso.
ResponderEliminarFernando, estoy aquí y allí... :
ResponderEliminarhttp://vientoenlaisla.blogspot.com
... estuve. Eso sí, estuve más porque para mi primer poemario rescaté como unos cien poemas que ya no se pueden ver.
Gracias. A todos.
PD: Emilio, algún que otro soneto, también hay :-)).
Le das tanta música...
ResponderEliminarBesos.
Estás en la soledad de la montaña acompañada de estos espléndidos versos. Abrazos.
ResponderEliminardesorientaod y existencial, a menudo el norte se encuentra en el punto y final de un buen poema
ResponderEliminarEstar no estando, ¿habrá más dolorosa inexistencia?
ResponderEliminarUn beso.
Elsa,
ResponderEliminarComo ir a un lugar sin desarraigarse de la casa, este viaje tuyo parece que es de tiempo.
Un placer leerte, lindisima imagen.
Saludos.
Tan lejos como el alma nos deja y tiritando...
ResponderEliminarBesos