Aunque notes delgada mi presencia,
pálida,
aunque me percibas frágil,
soy fuerte.
“Un junco en la selva de la vida”
¿lo recuerdas....?
Casi rendida,
casi vencida,
a un soplo del suelo y de las piedras.
Pero soy fuerte,
más fuerte todavía.
Aunque afirmes de vidrio mi existencia.
Excelentes versos. Cierto es que la fragilidad y la fortaleza están en nosotros mismos.
ResponderEliminarAunque soy frágil
nace mi fortaleza
cada amanecer.
Un abrazo
Ese junco que se dobla con la brisa, con los vientos... pero sigue en pie.
ResponderEliminarBesos Elsa.
"A un soplo del suelo y de las piedras", pero con la fortaleza de las palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un estupendo manifiesto y todavía mejor poema. Verdaderamente impresionante. Ocurre que hay quienes confunden fortaleza con dureza y, aun sin saberlo, se quiebran como el vidrio. Entonces, frente a las esquirlas, a veces, ni la fortaleza del junco es suficiente.
ResponderEliminarUn beso, querida Elsa.
Una fortaleza que transciende la belleza de estos versos. Abrazos.
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