Si a ti te hubieran dicho
que en sus aguas el verso
se ahogaría sin regreso,
habrías abrazado el silencio.
Como una cascada
te desbordaste sin miedo,
desnudaste los recuerdos.
Tantas horas esperando,
tantas tardes aguardando
la voz de su regreso…
y pasa rozando,
y te ofrece un momento.
Has llorado sobre el suelo
que ya no eres la misma,
que enterraste todo aquéllo
sin quererlo.
Tú creías que la mar te acogería como
acoge al río en su destierro.
Mas pasó rozando como pasa el viento.
Te duele la herida que su cielo ha abierto
para luego cerrarse, ciego, sin remedio.
………………………………………………………………
Para qué tanto verso si ha virado la luna,
para qué tanta rima si sólo los ruidos
doblan las esquinas,
para qué.
Para qué poesía de silencios rotos
que hablan pesadillas.
Para qué le nombras,
para qué suspiras
si cambió tu estrella
por la luz de un día.